Microbiología y Parasitología

Quimioterapia antimicrobiana 

Los compuestos antimicrobianos incluyen agentes antibacterianos, antivirales, antifúngicos y antiprotozoarios. Todos ellos, salvo el último grupo, están prescritos en odontología. Los antimicrobianos demuestran toxicidad selectiva, esto quiere decir que pueden ser administrados a los seres humanos con un margen de seguridad, es decir en cierta medida, puesto que estos antimicrobianos tienen efectos adversos en los humanos, deben ser usados de manera inteligente y solo cuando sea necesario. La terapia antimicrobiana tiene como objetivo tratar la infección con un fármaco al que el organismo causante es sensible. Los antimicrobianos se pueden administrar sobre la base de la "mejor suposición", con un conocimiento sólido de:

• enfermedad infecciosa

• patógeno más probable

• patrón habitual de sensibilidad antibiótica del patógeno

Esto se denomina terapia antibiótica empírica y contrasta con la terapia antibiótica racional en la que los antibióticos se administran después de que se haya establecido la sensibilidad del patógeno mediante cultivo y pruebas in vitro en el laboratorio. 



Los agentes antimicrobianos deben prescribirse sobre una base clínica y microbiología racional, de manera resumida la terapia se debe considerar cuando estén presentes estas condiciones.

• fiebre y una infección aguda  

• propagación de la infección sin localización

• infección crónica a pesar del drenaje o desbridamiento

• infección en pacientes médicamente comprometidos  

• casos de ostiomielitis, sialoadenitis bacteriana y algunas enfermedades periodontales.

Fármacodinámica de los antimicrobianos  

Dosis – Los agentes microbianos deben administrarse en dosis terapéuticas suficientes para producir una concentración mayor que la requerida para matar o inhibir el crecimiento de los microorganismos causales.

Duración del tratamiento – Cada tratamiento tiene un tiempo de duración distinto, pero algo que se debe cumplir en cada tratamiento es la constancia y ser realizado por el tiempo suficiente para que se pueda eliminar a todos o a la mayoría de patógenos, puesto que la defensa del huésped debería encargarse de los patógenos restantes.  

Ruta de administración – En pacientes graves los medicamentos deben administrarse por vía parenteral para superar los problemas de absorción en el tracto intestinal, todos los agentes antimicrobianos deben ser estables ante los ácidos.

Distribución – El fármaco debe alcanzar concentraciones adecuadas en el foco infeccioso para que se tenga una respuesta ideal.

Farmacodinámica vs farmacocinética

Agentes antibacterianos 

Penicilina - Agentes microbianos más útiles y ampliamente utilizados en odontología, se ha sintetizado a lo largo del tiempo una amplia gama de penicilinas mediante la incorporación de varias cadenas laterales en el anillo de y-lactámicos.

Fenoximetilpenicilina (Penicilina V) - Posee resistencia a los ácidos, por ende es de administración oral. Es un bactericida, actúa a nivel de la pared celular, inhibiendo la síntesis de la misma al inactivar la enzima transpeptidasa, que es responsable de la unión cruzada de las paredes cruzadas de peptidoglicano de las bacterias, un anillo y-lactámico intacto es crucial para su actividad.

Bencilpenicilina (Penicilina G) - Es de administración intravenosa, intramuscular. Posee una utilidad en infecciones moderadas y graves, ya que su administración da como resultado niveles de antibiótico rápidos, altos y constantes en plasma  

Eritromicina - Miembro más popular de antibióticos macrólidos, son de administración oral e intravenoso y su modo de acción es bacteriostático.

Clindamicina - De administración oral, intravenosa e intramuscular, tiene un modo de acción que inhibe la síntesis de proteínas al unirse a los ribosomas bacterianos.


 CLASIFICACIÓN











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